La espiritualidad der
oriente europeo en la edad media
Primera parte
S. Basilio - Mosca
Uno de los aspectos menos
conocidos de la historia medieval es aquel de la Europa oriental, con quien pero
debemos hacer las cuentas, en vista del próximo ensanche de la Unión europea a
los países del Este. El Oriente europeo se caracteriza por la presencia de un
fuerte institución estatal, el imperio romano de oriente, dice también
bizantino, que sobrevivió hasta casi al final de la edad media (el 29 de mayo
de 1453), cuando fue conquistado por los turcos de Mahoma II. La Iglesia
cristiana de oriente (ortodoxa) se separó de Roma primero en el 867 bajo el
patriarca Fozio, luego en el 1054, con el patriarca de Constantinopla Michele
Cerulario. Al centro de las controversias, la primacía del papa, algunas
cuestiones teológicas trinitarias y discusiones sobre la liturgia. A pesar de
este, los pueblos orientales nos han transmitido una profunda espiritualidad,
algo lejano de nuestra mentalidad técnica y
pragmática. Centro indiscutido de la espiritualidad oriental fue el monasterio
de Monte Athos, dónde, a partir del 963, se formó un verdadera y propia república
monástica. La iglesia cristiana ortodoxa a menudo fue sometida también
violentemente al poder de los emperadores, como en el caso de la iconoclasia,
bajo Leo III Isaurico y Costantino V Copronimo. Un otro fenómeno típico
de la espiritualidad ortodoxa es el esicasmo, movimiento contemplativo legado al
monacato oriental. La espiritualidad ortodoxa, puesto che el imperio bizantino
cayó bajo el poder islámico de los turcos, tuvo como nuevo centro Moscú, que
todavía hoy queda punto de referencia de la ortodoxia. Rusia
también se volvió centro de producción del espléndido arte de los iconos.