Los ordenes mendigante

 

El nacimiento de los órdenes mendigantes, franciscanos y dominicanos, se encuadran, en general, en el desarrollo de la civilización municipal. El pueblo estaba cansado de los privilegios de los monasterios y las riquezas acumuladas por abades y abadías. Hubo necesidad de un regreso a la pureza evangélica, al mensaje auténtico de Cristo, experimentado en el compartimiento de su pobreza, de su humildad y de su pasión. Peregrinajes, movimientos de cruzadas, nacimiento y desarrollo de los Ayuntamientos contribuyeron a la crisis de la institución monástica, concebida para un tipo de sociedad y economía estrechamente local con un limitado movimiento de hombres y
mercancias. La civilización comunal encambio abre nuevas vias de comercio y de
intercambio cultural y asi cambia también el eje de exigencias religosas y
espirituales. En este cuadro tan generalizado, se ubica la experiencia espiritual tan singular de San Francisco y de la institució de San Domenico. Se necesitaba un espiritu cristiano mas al paso con el tiempo, con la sociedad, mas rapido a responder a las exigencias de la radicalidad cristiana, que el pueblo non lograba mas encontrar en la institucion monastica. En las ciudades los hombres vivieron en estrecho contacto, dearrollando una nueva riqueza y como contra tambien nueva pobreza, enun desarrollo socila que veia el nacimiento de la burgesia mercanti y artesanal. La mayor circulación
de bienes y personas hacía caer en desuso los monasterios, cerrados y arrocados en lugares no siempre facilmente asequibles. Por eso fue una feliz idea de los dos santos fundadores de los ordenes mendigantes: ir al encuentro de la gente, por las calles, en las plazas, en los hospicios, para compartir con ellos la vida y contestar en primera persona a las exigencias culturals y espirituales de la gente. En este sentido el desaroyo de las ciudades y de los estudios universitarios estan unidos a aquellos de los ordenes mendigantes.

                                     Ancona

En las ciudades los hombres vivieron en estrecho contacto, dearrollando una nueva riqueza y como contra tambien nueva pobreza, enun desarrollo socila que veia el nacimiento de la burgesia mercanti y artesanal. La mayor circulación de bienes y personas hacía caer en desuso los monasterios, cerrados y arrocados en lugares no siempre facilmente asequibles. Por eso fue una feliz idea de los dos santos fundadores de los ordenes mendigantes: ir al encuentro de la gente, por las calles, en las plazas, en los hospicios, para compartir con ellos la vida y contestar en primera persona a las exigencias culturals y espirituales de la gente. En este sentido el desaroyo de las ciudades y de los estudios universitarios estan unidos a aquellos de los ordenes mendigantes.

 

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