No es fácil sintetizar en
pocas palabras toda la riqueza y la profundidad de una experiencia de santidad,
una de las más grandes de todos los tiempos.
Francisco ha tenido una personalidad tan rica, que es difícil resumir su
espiritualidad en una página web. Por ésto remandamos a los innumerables
estudios y sitios históricos y religiosos dedicados al Pobrecito de Asís.
Nacido en Asís en plena edad media (1181 - 1226) de una familia de comerciantes
acaudalados, tuvo la experiencia dolorosa de la guerra. Este
hecho lo empujó hacia una clamorosa conversión pública, con la renuncia a los
bienes paternales. Objeto de una visión mística cerca del Porziuncola, a S.
Maria de los Ángeles, esposo de la Virgen de la Pobreza, se vuelve pobre
mendigo. Su vida extremadamente austera y su búsqueda de conformidad a la pasión
de Cristo atrajeron numerosos discípulos. En pocos años el orden contó
millares de adeptos, en toda Europa. La regla franciscana fue aprobada por
Inocencio III. Fue el principio de una subida casi incesante del orden. La
intuición fundamental de este santo que experimentó la comodidad de la riqueza
mercantil, fue no encerrarse dentro de un monasterio, pero de llevar el
Evangelio y la predicación en las calles y en las plazas de la ciudad. Por
tanto el mensaje franciscano acoge las exigencias de los movimientos
pauperisticos creídos heréticos, insertándolos en la estructura de la Iglesia.
Él también es capaz de contestar a las rápidas transformaciones sociales
municipales, que crean nuevas riquezas, pero también nuevas pobrezas. S.
Francisco tiene una visión nueva de la creación, considerado no sólo como símbolo
fugaz, pero como positiva realidad, manifestación del amor del Creador y
manantial de alabanza y ruego. Citamos por ejemplo el famoso episodio de la prédica
a los pájaros, en el campo de Bevagna.
E
passando oltre…vide alquanti arbori allato alla via, in su quali era quasi
infinita moltitudine d’uccelli; di che santo Francesco si maravigliò e disse
a’ compagni: “ Voi m’aspetterete qui nella via, e io andrò a predicare
alle mie sirocchie uccelli”. E entrò nel campo e cominciò a predicare alli
uccelli che erano in terra; e subitamente quelli che erano in su gli arbori se
ne vennono a lui insieme tutti quanti, e stettero fermi, mentre che santo
Francesco compiè di predicare; e poi anche non si partivano infino a tanto
ch’egli diè loro la benedizione sua. …La sustanza della predica di santo
Francesco fu questa: “Sirocchie mie uccelli, voi siete molto tenute a Dio
vostro creatore, e sempre e in ogni luogo il dovete laudare, imperò che v’ha
dato la libertà di volare in ogni luogo; anche v’ha dato il vestimento
duplicato e triplicato… Oltre a questo, voi non seminate e non mietete, e
Iddio vi pasce e davvi li fiumi e le fonti per il vostro bere, e davvi li monti
e le valli per vostro rifugio, e gli alberi alti per fare li vostri nidi…”
Dicendo loro santo Francesco queste parole, tutti quanti quelli uccelli
cominciarono ad aprire i becchi e distendere i colli e aprire l’alie e
riverentemente inchinare li capi infino in terra, e con atti e con canti
dimostrare che ‘l padre santo dava loro grandissimo diletto…Finalmente
compiuta la predicazione, santo Francesco fece loro il segno della Croce e diè
loro licenza di partirsi; e allora tutti quelli uccelli si levarono in aria con
maravigliosi canti, e poi secondo la Croce ch’avea fatta loro santo Francesco,
si divisono in quattro parti… (Fioretti, c. 16)
“Iba caminando con el mismo fervor, cuando, levantando la
vista, vio junto al camino algunos árboles, y, en ellos, una muchedumbre casi
infinita de pájaros. San Francisco quedó maravillado y dijo a sus compañeros:
Esperadme aquí en el camino, que yo voy a predicar a mis hermanitos los pájaros.
Se internó en
el campo y comenzó a predicar a los pájaros que estaban por el suelo. Al
punto, todos los que había en los árboles acudieron junto a él; y todos
juntos se estuvieron quietos hasta que San Francisco terminó de predicar; y ni
siquiera entonces se marcharon hasta que él les dio la bendición. ... El tenor
de la plática de San Francisco fue de esta forma: Hermanas mías avecillas,
osdebéis sentir muy deudoras a Dios, vuestro creador, y debéis alabarlo
siempre y en todas partes, porque os ha dado la libertad para volar donde queréis;
os
ha dado, ademas, vestido doble y aun triple... Aparte de esto, vosotras no sembráis
ni segáis, y Dios os alimenta y os regala los ríos y las fuentes, para beber;
los montes y los valles, para guareceros, y los árboles altos, para hacer en
ellos vuestros nidos Mientras San Francisco les iba hablando así, todos
aquellos pájaros comenzaron a abrir sus picos, a estirar sus cuellos y a
extender sus alas, inclinando respetuosamente sus cabezas hasta el suelo, y a
manifestar con sus actitudes y con sus cantos el grandísimo contento que les
proporcionaban las palabras del Padre santo... Finalmente, terminada la plática,
San Francisco trazó sobre ellos la señal de la cruz y les dio licencia para
irse. Entonces, todos los pájaros se elevaron en banda
en el aire entre cantos armoniosos; luego se dividieron en cuatro grupos,
siguiendo la cruz que San Francisco había trazado... (Las Florecillas, c. 16)
Él
vive el sufrimiento y la pobreza no com un medio para adquirir méritos cerca de
Dios, pero como compartición con Cristo y con cada hombre, que es su imagen.
Por tanto todo adquiere valor positivo, también la muerte, el sufrimiento, la
pobreza, en cuanto experimentados por Jesús y por él transformdos en riqueza
espiritual, en alegría, en vida. Su espiritualidad resulta no sólo de la regla
dictada por el, pero también del mismo estilo de
vida cotidiana, transmitida admirablemente por ”Las Florecillas”, obra
maestra de hagiografía, espiritualidad y literatura al mismo tiempo, señal de
la global experiencia franciscana. Tal experiencia quiere implicar a todos los
hombres, y no sólo los que tienen la vocación a la vida religiosa. Por tanto
S. Francisco funda también el Tercer orden, también espiritualizando la vida
laical. La experiencia franciscana también llevó a una renovación de la
teología, con la constitución de la cátedra universitaria franciscana cerca
del Sorbona a París, de la cual el más famoso representante fue S.
Buenaventura de Bagnoregio. Otro teólogo franciscano famoso es Giovanni Duns
Scoto, defensor de la dogma de la Inmaculada Concepción. La experiencia de la mística
unión de Francisco a Cristo Crucifcado y de la pobreza absoluta, para serle en
todo parecido, el también influenció el universo femenino de la espiritualidad.
Figura fundamental es para este Santa a Clara de Asís (1193 - 1253) chica joven
de buena familia que a los 18 años, después de haber escuchado la predicación
de S. Francesco, huyó de casa, amparándose en el monasterio benedictino de
Bastia. Luego con la hermana Inés y otras chicas se trasladó cerca del pequeño
monasterio de S. Damián, dónde vivió hasta la muerte. Aquí fundó el Segundo
Orden Franciscano el de las Pobres Damas (lamado de las Clarisas), en la
clausura y en la pobreza más absoluta. Ella realizó en
su vida espiritual el sentido de su nombre, con la limpidez de su fe y su
espiritualidad. Fue atada a S. Francesco no por intereses humanos o
sentimentales, pero de la misma intuición espiritual Esta fue vivida pero no en
las calles como el orden masculino, pero en el silencio de la oración y de la
escucha de Dios, en la pobreza interior y exterior, en el soportamiento del
sufrimiento y en la soledad de la clausura. Otra figura femenina que se junta
a la experiencia mistica de S. Francisco fue la beata Angela de Foligno. Es
practicamente imposible citar todos los santos, beatos, religiosos, terciarios,
laicos que juntaron su vida espiritual a San Francisco y a Santa Clara.
Recuerdo que hoy por hoy los
franciscanos constituyen uno de los más importantes y numerosos órdenes
religiosos, señal de la vitalidad del mensaje de fe cristiana dejada por S.
Francisco. Efectivamente, frente a la nuestra a menudo desmedida búsqueda de
riqueza material y bienestar, la capacidad de S. Francesco de acoger con alegría
la pobreza, el sufrimiento y hasta la muerte por amor de Cristo es de gran
actualidad.
“Se noi tutte queste cose sosterremo pazientemente e con allegrezza,
pensando le pene di Cristo benedetto, le quali dobbiamo sostenere per suo amore;
o frate Lione, iscrivi che qui e in questo è perfetta letizia….Sopra tutte le
grazie e doni dello Spirito Santo, le quali Cristo concede agli amici suoi, sì
è di vincere se medesimo e volentieri per lo amore di Cristo sostenere pene,
ingiurie e obbrobri e disagi; imperò che in tutti gli altri doni di Dio noi non
ci possiamo gloriare, però che non sono nostri, ma di Dio, onde dice
l’Apostolo : Che hai tu , che non abbi da Dio? E se tu l’ hai avuto da
lui, perché te ne glori, come se
tu l’avessi da te? Ma nella croce della tribolazione e dell’afflizione
ci possiamo gloriare, però che dice l’Apostolo: Io non mi voglio gloriare
se non nella croce del nostro Signore Gesù Cristo” (Fioretti,
c. 8).
“si
todo esto lo soportamos con paciencia y con gozo, acordándonos de los
padecimientos de Cristo bendito, que nosotros hemos de sobrellevar por su amor,
¡oh hermano León!, escribe que aquí hay alegría perfecta..... por encima de
todas las gracias y de todos los dones del Espíritu Santo que Cristo
concede a sus amigos, está el de vencerse a sí mismo y de sobrellevar
gustosamente, por amor de Cristo Jesús, penas, injurias, oprobios e
incomodidades. Porque en todos los demás dones de Dios no podemos gloriarnos,
ya que no son nuestros, sino de Dios; por eso dice el Apóstol: ¿Qué tienes
que
no hayas recibido de Dios? Y si lo has recibido de El, por qué te glorías como
si lo tuvieras de ti mismo? Pero en la cruz de la tribulación y de la aflicción
podemos gloriarnos, ya que esto es nuestro; por lo cual dice el
Apóstol: No me quiero gloriar sino en la cruz de Cristo” (Las Florecillas,
c.8)
S. Francisco (Cimabue)
Giotto,la prédica a los pájaros
La figura de S.
Francisco se pone por lo tanto como punto de cambio de la espiritualidad
medieval, señal de los profundos cambios de la sociedad, de la economía, de la
política, de la historia de la Iglesia. S. Francisco supo hablar a las nuevas
clases emergentes de la burguesía mercantil, de las corporaciones, de los jóvenes
sedientos de nueva autenticidad evangélica. La suya ya no es la solitaria
espiritualidad monacal, que repica en el silencio
de la vida claustral, pero les es dirigida a los ciudadanos, al pueblo a menudo
iletrado, al que se dirige en el latino de los teólogos y los maestros
benedictinos pero en el vulgar del dulce estilo nuevo, en la gracia literaria de
la literatura cortes. Se puede decir que con él el cristianismo asume un carácter
más concreto, más humano. La humanidad de Cristo y su divinidad encarnada está
en el centro de su espiritualidad. El hombre se vuelve por lo
tanto el objeto privilegiado de la Revelación de Dios. También la criatura más
pequeña, también la más pobre y enferma lleva en si el rostro dulce de Dios.
Humildad y perfecto regocijo se vuelven por lo tanto para S. Francesco el medio
para reconocer el rostro de Cristo en el rostro de cada hombre. Por esto S.
Francesco es indicado como uno de los hombres que adelanta, con su
espiritualidad, la vuelta antropocéntrica del Renacimiento. La atención de S.
Francesco por la predicación para todos, y no sólo para los intelectuales y
los aristócratas, se tradujo también en la dramatización de la historia de
Jesús: la más famosa de tales escenas de él inventadas y preparadas es el Belén,
cuya tradición ya está a difusión planetaria. Para concluir no podemos no
citar la última de sus inspiraciones que S. Francesco tuvo, justo en el momento
de la muerte, La Verna, cuando dictó el celebrisimo "Cantico de las
criaturas”.
Altissimo, onnipotente, bon Signore,
tue so' le laude, la gloria et l'honore
et onne benedictione
A te solo, Altissimo se konfanno
et nullo homo ene digno te mentovare.
Laudato si', mi' Signore, cum tucte le tue creature,
spetialmente messer lo frate sole, lo quale è iorno;
et allumini noi per lui.
Et ellu è bellu e radiate cum grande splendore:
de te, Altissimo, porta significatione.
Laudato si', mi' Signore, per sora luna e le stelle:
in celu l'hai formate clarite et pretiose et belle.
Laudato si', mi' Signore, per frate vento
et per aere et nubile et sereno et onne tempo,
per lo quale alle tue creature dai sustentamento.
Laudato si', mi' Signore, per sora acqua, la quale è molto utile
te humile et pretiosa et casta.
Laudato si', mi' Signore, per frate focu,
per lo quale enallumini la nocte;
et ello è bello et iocundo et robustoso et forte.
Laudato si', mi' Signore', per sora nostra matre terra,
la quale ne sustenta et governa,
et produce diversi fricti con coloriti fiori et herba.
Laudato si', mi' Signore, per quelli ke perdonano per lo tuo amore
et sustengono infirmitate et tribulatione.
Beati quelli ke le sosterrano in pace
ka da te, Altissimo, saranno incoronati.
Laudato si', mi' Signore, per sora nostra morte corporale,
da la quale nullo homo vivente pò skappare.
Guai a quelli ke morranno ne le peccata mortali;
beati quelli ke trovarà ne le tue sanctissime voluntati,
ka la morte secunda nol farà male.
Laudate et benedicete mi' Signore et rengratiate
et servitelo cum grande humilitate.
Omnipotente, altisimo, bondadoso Señor,
Tuyas son la alabanza, la gloria y el honor,
Tan solo tu eres digno de toda bendición,
Y nunca es digno el hombre de hacer de ti mención.
Loado seas por toda creatura, mi Señor,
Y en especial loado por el hermano sol,
Que alumbra, y abre el dia, y es bello en su esplendor,
Y lleva por los cielos noticias de su autor.
Y por la hermana luna, de blanca luz menor,
Y las estrellas claras, que tu poder creó,
Tan limpias, tan hermosas, tan vivas como son,
Y brillan en los cielos: “Loado mi Señor!”
Y por los que perdonan y aguantan por tu amor,
Los males corporales y la tribulación,
Felices los que sufren en paz con el dolor!
Porque les llega el tiempo de la consolación.
Y por la hermana muerte: “Loado, mi Señor”!
Ningún viviente escapa su persecución,
Ay si en pecado grave sorprende el pecador!
Dichosos los que cumplen la volutad de Dios!
No probarán la muerte de la condenación,
Servidle con ternura y humilde corazón,
Agradeced sus dones, cantad su creación.
Las criaturas todas, load a mi Señor.