El Jubileo (segunda parte)
Es necesario subrayar
que el Jubileo tiene su origen en la experiencia del pueblo ebreo, que cada 50 años
tenía un “año de misericordia del Señor”, deacuerdo con la profecia de
Isaia 61. Cuando se abria el año sonabe el jubel, un antiguo cuerno de hueso:
en ese año iban rescatados los esclavos, condenadas las deudas, restituidos los
bienes a las familias que habian sido privadas de ellos. Los teólogos
mediavales,
especialmente S. Bernardo di Chiaravalle, agregaron al termino ebreo el sentido
correspondiente del termino en latin “jubilum” que esprimìa la dicha de los
peregrinos que entran en el santuario y cumplen asi la espiación de sus pecados
o obtienen la gracia pedida. El peregrinaje jubilar se desarolla como una
preparación a la entrada dichosa y definitiva del alma en el santuario celeste,
el Jerusalén paradisica en la cual se goza por la visión de Dios. Se pude
decir que el espirito de la peregrinación desde la edad Media hasta hoy se ha
quedado bastante similar en los creyentes y algunos mas valerosos enfrentan el
peregrinaje a pie o en bicicleta, cubriendo notables distancias y recorriendo
las vias de los peregrinos de la edad Media. Es necesario subrayar que a traves
de los siglos se han adjuntado otros lugares de pregrinaje cristiano, como
Lourdes, la grota de las Apariciones de la Virgen o S,
Giovanni en Rotondo, sobre la tumba del padre Pio.